
Ahora, con esta "moderna" corriente de fusión de las cocinas, surge la pregunta: ¿se enriquece la cocina?, o por el contrario, ¿se empobrece al dejar de lado las elaboraciones y combinaciones tradicionales, cayendo estas en el olvido?. Es el mismo dilema que tienen los académicos de la Lengua con muchos de esos neologismo adoptados por el pueblo, provenientes normalmente de otras lenguas y de las nuevas tecnologías.
Desde luego, para mí, este supuesto "movimiento" no representa más que los flecos de una natural evolución de una cocina que, desde el principio de los tiempos, ha ido cominando productos buscando simplemente la satisfacción, haciendo caso a eso de que "en la variedad está el gusto".
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